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Policía nacional del Perú: administración efectiva (página 2)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5

Según Steiner (2008), la Teoría de
recursos, capacidades y complementariedades; a la competencia
entre oferentes de capacidad laboral rara vez se han aplicado
teorías que vayan más allá de la
clásica asunción de mercado perfecto.
Únicamente en lo relativo a creación de empresas,
la inmigración puede ser parcialmente estudiada con el
acervo teórico que se usa más frecuente y
recientemente en Economía. En cierto modo, tal vez sea
esta función de oferta la más competitiva de todas,
pero también, en ámbitos de estudio limitados, se
pueden apreciar comportamientos estratégicos que
podrían explicarse en función de la Teoría
de recursos y capacidades. Aunque no es una teoría
especialmente vinculada con las finanzas, hay trabajos que tratan
de aplicarla a la política financiera de la empresa. No
voy a entrar a discutir en qué medida es aplicable a las
Finanzas, pero es evidente que una inversión personal,
como la de buscar trabajo, especialmente si ello implica
desplazamiento, privaciones y renuncias, es algo que tiene mucho
que ver con la correcta gestión y conocimiento de los
propios recursos y capacidades. Además, la reciente
incorporación del tema de las complementariedades y
especificidades hace que, en determinadas explotaciones
empresariales, se pueda considerar un activo intangible el hecho
de tener contratado a un inmigrante, por su conocimiento del
idioma u otras características de clientes, proveedores,
productos, etc. El derecho de propiedad sobre la empresa lleva
consigo el ejercicio de potestades cuya contratación en el
mercado ocasionaría altos costes de transacción. El
ejercicio de esa autoridad, en este contexto, tendría la
finalidad, según el mencionado artículo de Salas,
de proteger inversiones que tienen un escaso valor fuera de la
relación de poder, pero generan gran valor en la empresa.
La concepción inicial de tamaño empresarial nos
viene, en esta Teoría, de la idea expresada al final dicho
trabajo, pues "el poder surge de la propiedad sobre los activos
físicos, lo cual significa que los límites de la
empresa están marcados sobre el conjunto de activos
físicos". Debido a eso, Salas defiende la necesidad de
completar la Teoría de los derechos de propiedad con una
extensión debida a Rajan y Zingales (1998). Según
este enfoque, existen activos intangibles que no se pueden
comprar ni vender, puesto que consisten en relaciones
(normalmente laborales) con personas. No existen derechos de
propiedad sobre los servicios que prestan los recursos humanos,
pero tales recursos existen y se da, en virtud de una parte
tácita del contrato, un "acceso" a tales recursos, en
tanto que la empresa es beneficiaria de la creación de
valor debida a tales relaciones. Eso se debe a la
especialización que se alcanza entre cada recurso
productivo (concretamente, los de naturaleza humana) y el resto
de recursos. El trabajo de cada empleado es más valioso en
la empresa que en el mercado (en otra empresa) y eso liga la
prestación de su labor más valiosa a una
relación contractual determinada. También el
empleado experto, según Salas, ejerce poder sobre los
demás recursos, puesto que la empresa no se
desprenderá de un activo que le resulta más valioso
que los que pueda adquirir en el mercado con el mismo
coste.

Según Steiner (2008), la Teoría de las
complementariedades, desarrollada sobre todo por Milgrom y
Roberts (1995). Cuando se trata de resolver problemas de
incentivos y de coordinación, se está intentando,
en definitiva, poner en valor aquellos activos derivados de
contratos implícitos y potestades de dirección. Los
problemas de incentivos y de coordinación surgen,
según estos autores, por la falta de complementariedad
entre las decisiones de inversión en bienes reales y la
contratación o dirección de recursos humanos.
Así pues, los recursos humanos supondrán un aumento
en el valor de la empresa, siempre y cuando existan
complementariedades entre éstos y las inversiones
reales.

Según Steiner (2008), la Nueva Teoría
institucional, cobra especial vigor con el "revival" de la
Teoría de costes de transacción, en 1991, cuando a
Ronald Coase se le otorga el premio Nobel. Este planteamiento
implica la asunción de la relación íntima
entre la Economía y el Derecho. Hoy la teoría
neo-institucional admite una interacción de la
Economía con todas las demás ramas de la Ciencia
social, para no perder de vista que determinadas actividades de
la "nueva economía" no serían tan rentables sin la
circunstancia específica del inmigrante: Transportes,
telecomunicaciones, operaciones bancarias, empleo temporal y
colocación, etc. "Los patrones migratorios y de la
distribución territorial de la población
están inscritos en la lógica del propio esquema
económico y es sensible al propio ciclo económico".
En relación con la migración, la toma de decisiones
se hace un el contexto de unas determinadas estructuras. El
neo-institucionalismo se ha postulado como un paradigma emergente
en la Economía, en general. El enfoque institucionalista
es relativamente nuevo en el ámbito de las Finanzas
corporativas. En este ámbito, ninguna de las novedosas
teorías vigentes es incompatible con dicha Teoría,
ni con la economía industrial, ni con las corrientes
neo-institucionalistas. La especialidad del enfoque que
aquí se presenta es que no se estudian los recursos como
intrínsecos de la empresas, sino más bien como una
consecuencia de la financiación que se ha podido obtener,
numerosos conceptos, ya explicados, como el de costes hundidos,
barreras de entrada o costes de transacción, son
perfectamente aplicables para explicar el comportamiento de los
trabajadores cuando deciden emigrar. El institucionalismo es un
enfoque reivindicado como idóneo para este tipo de
imperfecciones y, específicamente, para los tamaños
inferiores de empresas.

  • BASES TEÓRICAS ESPECIALIZADAS SOBRE EL
    TEMA

  • TEORÍAS SOBRE ADMINISTRACION
    EFECTIVA

Interpretando a Chiavenato (2004), la
administración efectiva se define como el proceso de
crear, diseñar y mantener un ambiente en el que las
personas, laboran o trabajando en grupos y alcanzan la
misión institucional. La administración se aplica
en todo tipo de corporación pública o privada; es
aplicable a los administradores en todos los niveles de una
corporación. Las dos funciones primordiales de los
gerentes de una entidad son las operaciones de
planificación y control. La planificación y control
integral de utilidades comprende: El desarrollo y
aplicación de objetivos generales y de largo alcance para
la empresa; La especificación de las metas de la empresa;
Un plan de utilidades de largo alcance desarrollado en
términos generales; Un plan de utilidades de corto plazo
detallado por responsabilidades asignadas (divisiones, productos,
proyectos); Un sistema de informes periódicos de
desempeño detallados por responsabilidades asignadas, y,
Procedimientos de seguimiento. La eficacia con la que una entidad
es administrada se reconoce generalmente como el factor
individual más importante en su éxito a largo
plazo. El logro de la empresa se mide en términos del
logro de sus metas. La administración puede definirse como
el proceso de fijar las metas de la entidad y de implementar las
actividades para alcanzar esas metas mediante el empleo eficiente
de los recursos humanos, materiales y el capital. El proceso
administrativo es una serie de actividades independientes
utilizadas por la administración de una
organización para el desarrollo de las funciones de
planificar, organizar, suministrar el personal y controlar. La
responsabilidad de la administración respecto a
especificar y coordinar las metas y objetivos, es igual
independiente del tipo de empresa de que se trate, ya sea de
servicios, comercial, industrial, con fines de lucro o sin fines
de lucro. Tanto las empresas mercantiles como las no mercantiles
deben tener objetivos y metas. En las organizaciones mercantiles,
las orientaciones primordiales a las metas son: 1) el rendimiento
sobre la inversión y 2) la contribución a la
mejoría económica y social de un más vasto
medio ambiente. En igual forma, las empresas no mercantiles
tienen objetivos específicos, tales como el cumplimiento
de una misión dada, dentro de limitaciones especificadas
de costos. Es esencial que no sólo la
administración sino todas las partes interesadas conozcan
los objetivos y las metas para lograr que la
administración sea una guía eficaz de las
actividades y efectúe una medición de la
efectividad con la que se realizan las actividades deseadas. El
éxito de una empresa – mercantil u otra
organización – depende de la gente relacionada con la
misma, incluyendo tanto a los administradores como a los
demás empleados, ya que todas estas personas se encuentran
comprometidas de manera importante en el logro de los objetivos
de la empresa. Así pues, la "gente" constituye la parte
más crítica de la administración – no
la tierra, los edificios, el equipo o los materiales. Desarrollar
un personal eficaz, crear un ambiente auténtico de trabajo
y motivar positivamente a la gente determinan, en gran medida, el
éxito de la mayor parte de las empresas.

Según Stoner (2000), las actuales concepciones
administrativas son la resultante de un proceso iniciado en los
mismos albores de la humanidad y que ha venido evolucionando y
adquiriendo sus propios perfiles a través de diferentes
épocas y etapas. Dicho proceso administrativo se
inició como un hecho obligado cuando dos individuos
tuvieron que coordinar sus esfuerzos para hacer algo que ninguno
de ellos pudo hacer por sí solo y evolucionó hasta
convertirse en un acto previo y cuidadosamente planificado y
racional que permite alcanzar objetivos con los menores esfuerzos
posibles y con las mayores satisfacciones para los individuos. La
planificación es la primera función de la
administración y la misma se lleva a cabo de manera
continua porque el transcurso del tiempo exige tanto la
replanificación como el desarrollo de nuevos planes.
Además, la retroalimentación continua a menudo
requiere de acciones planificadas recientemente para: a) corregir
las deficiencias observadas en el desempeño; b) hacer
frente a sucesos imprevistos de naturaleza desfavorable y; c)
aprovechar los nuevos adelantos. La planeación directiva
es un proceso que comprende las siguientes cinco fases: 1)
establecer objetivos y metas empresariales; 2) desarrollar
premisas acerca del medio ambiente en el que opera la entidad; 3)
tomar decisiones respecto a los cursos de acción; 4)
emprender acciones que tiendan a activar los planes, y, 5)
evaluar la retroalimentación del desempeño para la
replanificación.. La toma de decisiones por la
administración implica un importante proceso de
dirección empresarial. La toma de decisiones
entraña un compromiso o resolución de hacer, dejar
de hacer, o de adoptar o rechazar una actitud. Una toma de
decisiones requiere creatividad y confianza. Se ve cercada por el
riesgo, la incertidumbre, la crítica y la
conjeturación secundaria. Es importante comprender que no
hacer nada respecto a un asunto o a un problema es, en sí
y por sí, una decisión. Pasos en el proceso de toma
de decisiones: 1) Reconocer un problema – Existe un
problema, necesita hacerse una elección, o hay un
obstáculo para alcanzar una meta empresarial; 2)
Identificar alternativas – Se hace un esfuerzo sistemático
por identificar las opciones disponibles. Por lo general, existe
un número limitado de alternativas, restringidas,
además, por el tiempo y los recursos monetarios; 3)
Especificar las fuentes de incertidumbre – Se
efectúa un análisis cuidadoso de los posibles
sucesos que pueden ocurrir. Hasta donde es posible, quizá
existan probabilidades o posibilidades asociadas con estos
sucesos; 4) Escoger un criterio – Se elige el criterio
conforme al cual se evaluarán las alternativas. Pueden
escogerse criterios tales como la utilidad, el margen global de
contribución, la tasa de rendimiento o el valor actual
neto; 5) Considerar preferencias de riesgo – Se toma en
consideración el punto hasta el cual la dirección
está dispuesta a elegir una alternativa riesgosa. De
manera equivalente, la dirección considera la
proporción entre el riesgo y el rendimiento; 6) Evaluar
alternativas – A la luz del menú de opciones en el
paso 2, las fuentes de incertidumbre identificadas en el paso 3,
el criterio establecido en el paso 4 y las preferencias del
riesgo precisadas en el paso 5 determinan el resultado final
asociado con la alternativa; 7) Elegir la mejor alternativa
– La evaluación de alternativas en el paso 6, junto
con una cuidadosa consideración de los objetivos y las
metas de la empresa, tiene como resultado la elección de
una alternativa; 8) Implantar el curso de acción
seleccionado – Se implantan las acciones aprobadas para
iniciar la alternativa escogida. Ninguna decisión eficaz
será posible a menos que se lleven a cabo acciones
eficaces que la hagan realidad. Un polo extremo respecto al
verdadero papel de la administración en entidades
mercantiles o no mercantiles ha sido designado como la
teoría del mercado, como polo opuesto a esta
filosofía encontramos la teoría de la
planificación y el control. La teoría del mercado
mira el papel de la administración básicamente como
constituido por decisiones reactivas que responden a los sucesos
ambientales a medida que éstos tienen lugar. Este parecer
concede un papel pasivo a la administración. Por otro lado
la teoría de la planificación y el control percibe
el papel de la administración esencialmente como uno de
naturaleza activa que intenta acondicionar el estado de la
empresa. Esta segunda teoría destaca la función de
planificación de la administración. El concepto de
la planificación y control integral de utilidades se apoya
en la teoría de la planificación y el control; es
decir, el factor primordial del éxito en una empresa es la
competencia de la dirección para planificar y controlar
las actividades de la organización, la
administración debe tener confianza en su habilidad para
establecer objetivos realistas y desarrollar eficientes
estrategias para alcanzar sus objetivos.

Según Terry (2003), la administración
efectiva de una empresa requiere el constante ejercicio de
ciertas responsabilidades directivas. A tales responsabilidades a
menudo se les denomina colectivamente como las funciones de la
administración. Planificación.- es el proceso de
desarrollar objetivos empresariales y elegir un futuro curso de
acción para lograrlos. Comprende: a) establecer los
objetivos de la empresa; b) desarrollar premisas acerca del medio
ambiente en la cual han de cumplirse; c) elegir un curso de
acción para alcanzar los objetivos; d) iniciar las
actividades necesarias para traducir los planes en acciones; e)
replantear sobre la marcha para corregir deficiencias existentes.
2. Organizar.- es el proceso mediante el cual los empleados y sus
labores se relacionan unos con los otros para cumplir los
objetivos de la empresa. Consiste en dividir el trabajo entre
grupos e individuos y coordinar las actividades individuales del
grupo. Organizar implica también establecer autoridad
directiva. 3. Suministrar el personal y administrar los recursos
humanos es el proceso de asegurar que se recluten empleados
competentes, se les desarrolle y se les recompense por lograr los
objetivos de la empresa. La eficaz dotación de personal y
la administración de los recursos humanos implican
también el establecimiento de un ambiente de trabajo en el
que los empleados se sientan satisfechos. 4. Guiar y la
influencia interpersonal es el proceso de motivar a las personas
(de igual nivel, superiores, subordinadas y no subordinadas) o
grupos de personas para ayudar voluntaria y armónicamente
en el logro de los objetivos de la empresa (designado
también como dirigir o actuar). 5. Controlar es el proceso
de asegurar el desempeño eficiente para alcanzar los
objetivos de la empresa. Implica: a) establecer metas y normas;
b) comparar el desempeño medido contra las metas y normas
establecidas; b) reforzar los aciertos y corregir las fallas. Las
cinco funciones de la administración constituyen, el
proceso administrativo pues son ejercidas en forma coincidente y
continua al administrarse una empresa. El proceso administrativo
se vale de enlaces y de la retroalimentación. Por ejemplo,
la planificación debe preceder a la actividad de
organizar, y el controlar debe seguir a las demás
funciones. Es esencial la continua retroalimentación para
mejorar el desempeño y para la
planificación.

Interpretando a Koontz (2006), la administración
efectiva, comprende la planeación de las actividades y
recursos, la organización adecuada de los procesos y
procedimientos de las actividades institucionales, la
dirección táctica y estratégica de los
recursos para los fines propuestos y la evaluación y
control institucional. En la medida que este proceso sea
conducido, ejecutado y evaluado convenientemente, estará
orientado hacia el cumplimiento de la misión
institucional. El término administración efectiva,
se ha vuelto más dificultoso por las diversas definiciones
existentes hoy en día, las cuales, varían
según la escuela administrativa y el autor. Teniendo todo
esto en cuenta, en el presente trabajo se proporciona una
definición general de administración que
está basada en las propuestas de algunos prestigiosos
autores, con la finalidad de brindar al lector una idea general
del significado del término administración en
nuestros días. Luego, se proporciona una breve
explicación de ésta definición y un axioma
para ser considerado.

Thompson (2007), presenta un recuenta de las
concepciones de diversos autores referente a la
administración efectiva. Así, para Idalberto
Chiavenato, la administración efectiva es "el proceso de
planear, organizar, dirigir y controlar el uso de los recursos
para lograr los objetivos organizacionales"; para Robbins y
Coulter, la administración efectiva es la
"coordinación de las actividades de trabajo de modo que se
realicen de manera eficiente y eficaz con otras personas y a
través de ellas"; según Hitt, Black y Porter,
definen la administración efectiva como "el proceso de
estructurar y utilizar conjuntos de recursos orientados hacia el
logro de metas, para llevar a cabo las tareas en un entorno
organizacional". Según Díez de Castro,
García del Junco, Martín Jiménez y
Periáñez Cristóbal, la administración
efectiva es "el conjunto de las funciones o procesos
básicos (planificar, organizar, dirigir, coordinar y
controlar) que, realizados convenientemente, repercuten de forma
positiva en la eficacia y eficiencia de la actividad realizada en
la organización"; para Koontz y Weihrich, la
administración efectiva es "el proceso de diseñar y
mantener un entorno en el que, trabajando en grupos, los
individuos cumplan eficientemente objetivos específicos";
Reinaldo O. Da Silva, define la administración efectiva
como "un conjunto de actividades dirigido a aprovechar los
recursos de manera eficiente y eficaz con el propósito de
alcanzar uno o varios objetivos o metas de la
organización". Teniendo en cuenta las anteriores
definiciones, se puede concluir que la administración es
el proceso de planificar, organizar, dirigir y controlar el uso
de los recursos y las actividades de trabajo con el
propósito de lograr las metas, objetivos y misión
de la organización de manera eficiente y efectiva. Esta
definición se subdivide en cinco partes fundamentales que
se explican a continuación: Proceso de planear, organizar,
dirigir y controlar: Es decir, realizar un conjunto de
actividades o funciones de forma secuencial, que incluye:
Planificación: Consiste básicamente en elegir y
fijar las misiones y objetivos de la organización.
Después, determinar las políticas, proyectos,
programas, procedimientos, métodos, presupuestos, normas y
estrategias necesarias para alcanzarlos, incluyendo además
la toma de decisiones al tener que escoger entre diversos cursos
de acción futuros. En pocas palabras, es decidir con
anticipación lo que se quiere lograr en el futuro y el
cómo se lo va a lograr. Organización: Consiste en
determinar qué tareas hay que hacer, quién las
hace, cómo se agrupan, quién rinde cuentas a
quién y dónde se toman las decisiones.
Dirección: Es el hecho de influir en los individuos para
que contribuyan a favor del cumplimiento de las metas
organizacionales y grupales; por lo tanto, tiene que ver
fundamentalmente con el aspecto interpersonal de la
administración. Control: Consiste en medir y corregir el
desempeño individual y organizacional para garantizar que
los hechos se apeguen a los planes. Implica la medición
del desempeño con base en metas y planes, la
detección de desviaciones respecto de las normas y la
contribución a la corrección de éstas. Uso
de recursos: Se refiere a la utilización de los distintos
tipos de recursos que dispone la organización: humanos,
financieros, materiales y de información. Actividades de
trabajo: Son el conjunto de operaciones o tareas que se realizan
en la organización y que al igual que los recursos, son
indispensables para el logro de los objetivos establecidos. Logro
de objetivos o metas de la organización: Todo el proceso
de planear, organizar, dirigir y controlar la utilización
de recursos y la realización de actividades, no son
realizados al azar, sino con el propósito de lograr los
objetivos o metas de la organización. Eficiencia y
efectividad: En esencia, la efectividad es el cumplimiento de
objetivos y la eficiencia es el logro de objetivos con el empleo
de la mínima cantidad de recursos.

Analizando a Terry (2003), las cuatro de la
administración efectiva son: planeación,
organización, ejecución y control. La
planeación, se aplica para aclarar, ampliar y
determinar los objetivos y los cursos de acción que deban
tomarse; para la previsión; establecer condiciones y
suposiciones bajo las cuales debe hacerse el trabajo; seleccionar
e indicar las áreas para el logro de los objetivos;
establecer un plan de logros; establecer políticas,
procedimientos, estándares y métodos de logros;
anticipar los problemas futuros posibles; modificar los planes a
la luz de los resultados del control. La
organización, se aplica para distribuir el trabajo
entre el grupo y para establecer y reconocer las relaciones y
autoridad necesarias; subdividir el trabajo en tareas operativas;
disponer las tareas operativas de grupo en puestos operativos;
reunir las posiciones operativas entre unidades relacionadas y
administrables; definir los requisitos del puesto de trabajo;
seleccionar y colocar al elemento humano en puesto adecuado;
delegar la debida autoridad en cada miembro del gerenciamiento
corporativo; proporcionar instalaciones y otros recursos al
personal; revisar la organización a la luz de los
resultados del control. La ejecución, se realiza
con la participación práctica, activa y
dinámica de todos los involucrados por la decisión
o el acto gerencial; conduce y reta a otros para que hagan lo
mejor que puedan; guía a los subordinados para que cumplan
con las normas de funcionamiento; desarrollar subordinados para
realizar potenciales plenos; destacar la creatividad para
descubrir nuevas o mejores formas de administrar y
desempeñar el trabajo; alabar y reprimir con justicia;
recompensar con reconocimiento y pago el trabajo bien hecho;
revisar la ejecución a la luz de los resultados del
control. El control de las actividades, esta fase se aplica para
comparar los resultados con los planes en general; evaluar los
resultados contra las normas de planeación y
ejecución institucional; idear medios efectivos para
medición de las operaciones; hacer que los medios de
medición sean conocidos; transferir datos detallados en
forma que muestren comparaciones y variaciones; sugerir acciones
correctivas, si son necesarias; informar de las interpretaciones
a los miembros responsables; ajustar el plan a la luz de los
resultados del control. En la practica de la
administración efectiva, estas etapas del proceso
están entrelazadas e interrelacionadas; la
ejecución de una función no cesa enteramente antes
de que se inicie la siguiente. La secuencia debe adaptarse al
objetivo específico o al proyecto en particular.
Típicamente un gerente está comprometido con muchos
objetivos y puede encontrarse con cada uno en diferentes etapas
del proceso.

Interpretando a Thompson (2007), las Nuevas Herramientas
de la Administración Moderna que debe aplicar la PNP, para
alcanzar la misión institucional, son las siguientes:
Benchmarking, Calidad total, Empowerment, Downsizing, Coaching,
Balanced scorecard, Capital intelectual, ABC costing,
Espíritu emprendedor, E-commerce, Just in time, Kanban,
Franchising, Inteligencia emocional, Kaizen, Imagen corporativa,
Las siete "s" de Mckinsey, Las 5 "S" del Kaizen, Mentoring,
Negociación, Nueva "empleabilidad", Outplacement,
Outsourcing, Reingeniería, Trabajo en equipo,
Competitividad, Desarrollo organizacional.

Para Robins (2000), el FODA, es una moderna herramienta
para el análisis de situaciones que experimenta la PNP. Es
una herramienta que sirve para analizar la situación de
efectividad de una organización. Su principal
función es detectar las relaciones entre las variables
más importantes para así diseñar estrategias
adecuadas, sobre la base del análisis del ambiente interno
y externo que es inherente a cada organización. Dentro de
cada una de los ambientes (externo e interno) se analizan las
principales variables que la afectan; en el ambiente externo
encontramos las amenazas que son todas las variables negativas
que afectan directa o indirectamente a la organización y
además las oportunidades que nos señalan las
variables externas positivas a nuestra organización.
Dentro del ambiente interno encontramos las fortalezas que
benefician a la organización y las debilidades, aquellos
factores que menoscaban las potencialidades de la empresa. La
identificación de las fortalezas, amenazas, debilidades y
oportunidades en una actividad común de las instituciones,
lo que suele ignorarse es que la combinación de estos
factores puede recaer en el diseño de distintas
estrategias o decisiones estratégicas. Es útil
considerar que el punto de partida de este modelo son las
amenazas ya que en muchos casos las compañías
proceden a la planeación estratégica como resultado
de la percepción de crisis, problemas o
amenazas.

  • TEORÍAS SOBRE MISION
    INSTITUCIONAL

Según Villajuana (2003), la base para alcanzar la
misión institucional es alcanzar los objetivos
estratégicos que vienen a ser el conjunto de pretensiones
a alcanzarse con relación al crecimiento, posicionamiento,
rentabilidad, sobrevivencia o desarrollo de la
organización o unidad estratégica, expresado
cualitativamente, como resultado principalmente, del
análisis estratégico, de la visión del
futuro y de la creatividad de los estrategas. Responde a la
pregunta ¿Qué queremos lograr? Por su parte, las
metas estratégicas son la afinación del objetivo
estratégico, pues es la cuantificación y
ubicación en el tiempo de los objetivos
estratégicos. Responde a la pregunta ¿Cuánto
queremos lograr y para cuando?

Según Thompson (2007), teniendo en cuenta que el
proceso de planificación estratégica comienza con
la fijación clara, exacta y precisa de la misión de
la empresa u organización, resulta imprescindible que los
planificadores (entre los que se encuentran, empresarios,
ejecutivos y mercadólogos) conozcan antes, cuál es
la definición de misión, con la finalidad de que
tengan el fundamento básico para iniciar la
elaboración de una misión que sea capaz de mover a
las personas a ser parte activa de lo que será la
razón de ser de la empresa u organización.
Según Jack Fleitman en su libro Negocios Exitosos,
referido por Thompson (2007, "La misión es lo que pretende
hacer la empresa y para quién lo va hacer. Es el motivo de
su existencia, da sentido y orientación a las actividades
de la empresa; es lo que se pretende realizar para lograr la
satisfacción de los clientes potenciales, del personal, de
la competencia y de la comunidad en general". Según la
American Marketing Asociation, en su Diccionario de
Términos y referido por Thompson (2007) la misión
es el "propósito de una organización; el cual, es
una función de cinco elementos: (1) la historia de la
organización; (2) las preferencias actuales de la gerencia
y/o de los dueños; (3) las consideraciones ambientales;
(4) los recursos de la organización; y (5) sus capacidades
distintivas". Asimismo, Simón Andrade, autor del libro
"Diccionario de Economía" y referido por Thompson, define
el término misión como la "finalidad pretendida por
una empresa o definición del papel que desea cumplir en su
entorno o en el sistema social en el que actúa, y que real
o pretendidamente, supone su razón de ser. Equivale a la
palabra fin".

Según Robins (2000), la misión es "el
origen, la razón de ser de la corporación; el cual,
se ve influenciada en momentos concretos por varios elementos,
como ser: La historia de la empresa, las preferencias de la
dirección y de los propietarios del negocio, los factores
externos o del entorno en que se enmarca, los recursos de que
dispone y los puntos fuertes en cada momento".

La Real Academia Española, en su Diccionario de
la Lengua Española referido por Stoner (2000),
misión es el "Poder, facultad que se da a alguien de ir a
desempeñar algún cometido".

Para Steiner (2008), la misión es el motivo,
propósito, fin o razón de ser de la existencia de
una empresa u organización porque define: 1) lo que
pretende cumplir en su entorno o sistema social en el que
actúa, 2) lo que pretende hacer, y 3) el para quién
lo va a hacer; y es influenciada en momentos concretos por
algunos elementos como: la historia de la organización,
las preferencias de la gerencia y/o de los propietarios, los
factores externos o del entorno, los recursos disponibles, y sus
capacidades distintivas.

Para el Ministerio de Economía y
Finanzas[1]la misión equivale a enunciar
explícitamente la razón de la existencia del pliego
presupuestario, debe reflejar lo que es, haciendo alusión
directa a la función general y específica que
cumple como instancia de gestión. La declaración de
misión debe responder a las siguientes interrogantes:
¿Quiénes somos?; ¿Qué buscamos?;
¿Porqué lo hacemos?; y, ¿Para quiénes
trabajamos?

Chiavenato (2004), cuando se refiere a la mejora
continua o mejoramiento continuo,
hace referencia a varios
autores: James Harrington (1993), quien indica está
referida a mejorar un proceso, significa cambiarlo para hacerlo
más efectivo, eficiente y adaptable, qué cambiar y
cómo cambiar depende del enfoque específico del
empresario y del proceso. Fadi Kabboul (1994), quien define el
Mejoramiento Continuo como una conversión en el mecanismo
viable y accesible al que las empresas de los países en
vías de desarrollo cierren la brecha tecnológica
que mantienen con respecto al mundo desarrollado. Abell, D.
(1994), da como concepto de Mejoramiento Continuo una mera
extensión histórica de uno de los principios de la
gerencia científica, establecida por Frederick Taylor, que
afirma que todo método de trabajo es susceptible de ser
mejorado (tomado del Curso de Mejoramiento Continuo dictado por
Fadi Kbbaul). L.P. Sullivan (1CC 994), define el Mejoramiento
Continuo, como un esfuerzo para aplicar mejoras en cada
área de las organizaciones a lo que se entrega a clientes.
Eduardo Deming (1996), según la óptica de este
autor, la administración de la calidad total requiere de
un proceso constante, que será llamado Mejoramiento
Continuo, donde la perfección nunca se logra pero siempre
se busca. El Mejoramiento Continuo es un proceso que describe muy
bien lo que es la esencia de la calidad y refleja lo que las
empresas necesitan hacer si quieren ser competitivas a lo largo
del tiempo. La importancia de esta técnica gerencial
radica en que con su aplicación se puede contribuir a
mejorar las debilidades y afianzar las fortalezas de la
organización. A través del mejoramiento continuo se
logra ser más productivos y competitivos en el mercado al
cual pertenece la organización, por otra parte las
organizaciones deben analizar los procesos utilizados, de manera
tal que si existe algún inconveniente pueda mejorarse o
corregirse; como resultado de la aplicación de esta
técnica puede ser que las organizaciones crezcan dentro
del mercado y hasta llegar a ser líderes. Mediante la
mejora continua, se concentra el esfuerzo en ámbitos
organizativos y de procedimientos puntuales, se consiguen mejoras
en un corto plazo y resultados visibles. Si existe
reducción de productos defectuosos, trae como consecuencia
una reducción en los costos, como resultado de un consumo
menor de materias primas. Incrementa la productividad y dirige a
la organización hacia la competitividad, lo cual es de
vital importancia para las actuales organizaciones. Contribuye a
la adaptación de los procesos a los avances
tecnológicos. Permite eliminar procesos
repetitivos.

La OCDE[2]define la prospectiva como el
conjunto de tentativas sistemáticas para observar a largo
plazo el futuro de la ciencia, la tecnología, la
economía y la sociedad con el propósito de
identificar las tecnologías emergentes que probablemente
produzcan los mayores beneficios económicos o sociales.
Por otra parte, la prospectiva es una disciplina y un conjunto de
metodologías orientadas a la previsión del futuro.
Básicamente se trata de imaginar escenarios futuros
posibles, denominados futuribles, y en ocasiones de determinar su
probabilidad, con el fin último de planificar las acciones
necesarias para evitar o acelerar su ocurrencia. La prospectiva
es, además de un método sistemático, una
actitud particular ante el futuro, a veces denominada actitud
proactiva. Desde tal perspectiva, la prospectiva es entendida
como una sistemática mental que, en su tramo más
importante, viene desde el futuro hacia el presente; primero
anticipando la configuración de un futuro deseable, luego,
reflexionando sobre el presente desde ese futuro imaginado, para
-finalmente- concebir estrategias de acción tendientes a
alcanzar el futuro objetivado como deseable.

  • TEORÍAS SOBRE POLICIA NACIONAL DEL
    PERU

La policía es una fuerza de seguridad encargada
de mantener el orden público y la seguridad de los
ciudadanos y sometida a las órdenes de las autoridades
políticas. Se llama también policía a cada
agente perteneciente a dicha organización. La palabra
"policía" deriva del idioma francés y su uso data
del siglo XVIII. De una manera indirecta deriva del latín
politia, y ésta del griego p???te?a, de p????, "ciudad",
que se refiere al gobierno o a la administración del
estado. En la mayoría de los sistemas legales
occidentales, el principal rol de la policía es disuadir e
investigar crímenes en contra de las personas o que
afecten el orden público, así como el arresto de
sospechosos, e informe a las autoridades competentes. La
Policía suele tener un servicio de emergencia que provee
seguridad en la vía pública, así como en
emergencias, desastres, y situaciones de búsqueda y
rescate. Para poder responder rápidamente a las
emergencias, la policía normalmente coordina sus
operaciones con los servicios de los bomberos y emergencias
médicas. En muchos países todos ellos utilizan
número telefónico único de emergencias que
permite a la policía, bomberos o servicios médicos
actuar en caso de emergencia. La policía también es
responsable de reportar ofensas menores por medio de citaciones
que suelen terminar en el pago de una fianza, usualmente por
violaciones a las leyes de tránsito. La Policía se
encarga de mantener el orden público, regularmente cuando
transgresiones ilegales ocurren —por ejemplo, en algunas
jurisdicciones de Australia—, las personas que están
ebrias y causen molestias son llevadas a un centro de
desintoxicación hasta que se recuperen de los efectos del
alcohol. La policía es el medio por el cual se hacen
cumplir las disposiciones públicas en una ciudad o estado.
Su carácter puede ser preventivo, como se identifica a las
"policías municipales o de la ciudad", o en los
últimos años denominados policías de
proximidad o policía de barrio, una unidad destinada a
conocer y ser conocido por el ciudadano, para estar
próximo a él y aportar así una mayor
seguridad, pudiendo conocer más en profundidad la ciudad
en la que cumple sus diferentes funciones; pueden ser
investigadoras, como las que auxilian al fiscal o ministerio
público en la persecución del delitos; o bien,
pueden estar dirigidas a garantizar el debido cumplimiento de
normatividades, como la "policía fiscal".

En tiempos antiguos, los magistrados y militares eran
los responsables de mantener la ley y el orden en las ciudades.
El Imperio romano hacía un uso razonable y efectivo de la
aplicación de la ley hasta la caída del imperio,
aunque nunca tuvieron una verdadera policía en la ciudad
de Roma. En los principios del Siglo V, vigilar se
convirtió en una función de los clanes de jefes de
estado. Lores y nobles eran los responsables de mantener el orden
en sus tierras, que a veces designaban a un alguacil, en algunos
casos sin sueldo, para que se encargase de hacer cumplir la ley.
En 1476, se instituyó en Castilla, posiblemente, el primer
cuerpo policial de Europa. Denominado la Santa Hermandad, era una
especie de policía nacional castellana, Denominada
así por el hispanista Hugh Thomas en su libro El Imperio
Español: de Colón a Magallanes que duraría
como tal hasta 1834. En 1663, Londres contrató cuidadores
para resguardar sus calles en las noches, aumentando la seguridad
que ya brindaban los no remunerados alguaciles, en un comienzo
haciendo uso de la fuerza. Ésta practica fue muy difundida
por todo el Reino Unido. Por lo que, el día 30 de junio de
1800 las autoridades de Glasgow, Escocia consiguieron con
éxito la petición al gobierno de pasar de la
"acción policial de Glasgow" a la Policía de la
Ciudad de Glasgow. Éste fue el primer servicio profesional
de Policía en el país y diferente a las anteriores
aplicaciones de la ley; lo que rápidamente fue copiado en
otras ciudades. En 1829, la legislación de la
Policía Metropolitana pasó a depender del
parlamento, permitiendo a Sir Robert Peel, secretario de asuntos
internos, fundar la Policía Metropolitana de Londres,
reconocida por ser la primera policía organizada con
fuerzas civiles en líneas modernas. Se convirtió en
un modelo para las fuerzas policiales de otros países,
incluidos los Estados Unidos. El primer servicio policial fuera
del Reino Unido fue en Gibraltar, con la formación del
Gibraltar Police en 1830. En 1834, se forma la Policía de
Toronto en Canadá, una de las primeras fuerzas policiales
de América. En 1844 se forma el cuerpo de la Guardia Civil
en España. Dentro de los Estados Unidos, dos de las
primeras fuerzas policiales de tiempo completo, fueron el
Departamento de Policía de Boston, fundada por Joseph
Osier en 1839; y el Departamento de Policía de Nueva York
en 1845.

La Policía Nacional del Perú es una
institución del Estado creada para garantizar el orden
interno, el libre ejercicio de los derechos fundamentales de las
personas y el normal desarrollo de las actividades ciudadanas. Es
profesional y jerarquizada. Sus integrantes representan la ley,
el orden y la seguridad en toda la República y tienen
competencia para intervenir en todos los asuntos que se
relacionan con el cumplimiento de su finalidad fundamental. La
finalidad fundamental de la Policía Nacional del
Perú es garantizar, mantener y restablecer el orden
interno. Presta protección y ayuda a las personas y a la
comunidad. Garantiza el cumplimiento de las leyes y la seguridad
del patrimonio público y privado. Previene, investiga y
combate la delincuencia. Vigila y controla las fronteras. La
historia de la Policía del Perú se remonta a la
época de los Incas; pero, es en la época
republicana donde la Policía comienza a definirse como una
Institución con misión y funciones propias. Los
primeros Cuerpos de Policía aparecen formando parte de las
Fuerzas Armadas, en el período de 1825 a 1839. Los serenos
y celadores tienen en esta etapa a su cargo funciones de
policía. Luego de la proclamación de la
independencia del Perú en 1821 por el Libertador General
Don José de San Martín se crea la "Milicia
Cívica", con la finalidad de mantener el orden
público, teniendo como Inspector General a Don José
Bernardo de Tagle y Portocarrero, Marqués de Torre Tagle,
quien posteriormente ejercería el Supremo Gobierno entre
1823 – 1824, con el título de Supremo Delegado (19 de
enero al 21 de agosto de 1822). El protectorado sanmartiniano
además reconoce en los Presidentes de las Juntas
Departamentales la función de Jueces de Policía, a
fin de velar por la moral pública y todo lo que tenga
relación con el adelantamiento de los pueblos.
Posteriormente entre 1822 y 1823 se norma a los servicios de
policía poniéndolos a cargo de "Comisarios" y
"Decuriones", manteniendo como apoyo a los viejos "Alcaldes de
Barrio". También apareció en esta época una
policía secreta conocida como la Brigada Civil, la que
tenía como misión dar cuenta de aquellos que
conspiraran contra la causa de la Independencia, con agentes
infiltrados en la administración del nuevo gobierno como
en el mismo Ejército. En 1823 se dictó la Primera
Constitución Política del Perú, que fue
sancionada por el Primer Congreso Constituyente el 12 de
noviembre de 1823, siendo presidente de la República Don
José Bernardo Tagle, en la cual se establece la
creación de tres Ministerios: el de Gobierno y Relaciones
Exteriores, el de Guerra y Marina; y el de Hacienda,
poniéndose el ejercicio de la función policial bajo
competencia del Ministerio de Gobierno. En esta
Constitución si bien se establecía que para
mantener la seguridad y el orden público, las
Municipalidades tuvieran a cargo la "Policía de Orden",
también se aclaraba en su Artículo 165º, en lo
referente a la Fuerza Armada y Policía, que: "Constituyen
la Fuerza Armada de Tierra: El Ejército de Línea,
la Milicia Cívica y la Guardia de Policía",
priorizando la Milicia Cívica la cual se encargará
de mantener la seguridad pública entre los límites
de cada Provincia y la Guardia de Policía para proteger la
seguridad privada, purgando los caminos de malhechores, y
persiguiendo a los delincuentes con sujeción a las
órdenes de la autoridad respectiva. Del mismo modo el
artículo 177º, textualmente nos dice: "Se
creará una Guardia de Policía en todos los
departamentos que la exijan conforme a sus necesidades". El
Libertador Don Simón Bolívar Palacios, mediante
Decreto del 7 de enero de 1825, convirtió a la Milicia
Cívica en "Guardia Nacional", con el fin de conservar el
orden público en cada una de las regiones y pueblos. Esta
"Guardia Nacional", formada sobre la base de personal licenciado
del ejército y organizada bajo un sistema castrense,
constituía también la reserva del Ejército
del Perú y era parte de las fuerzas armadas. El 9 de
diciembre de 1826, se expide la Constitución Vitalicia,
que en uno de sus artículos establecía que la
función policial se independizaba del gobierno municipal
(que era rezago de la época virreinal), pasando al
Ministerio de Gobierno por intermedio de las Prefecturas e
Intendencias. El 20 de enero de 1827 se dictó un
"Reglamento Provisional de Policía", manuscrito y
rubricado por el propio Presidente del Consejo de Gobierno de la
República Peruana Mariscal Don Andrés de Santa Cruz
Calaumana. En 1834 reaparecen los "serenos", adecuadamente
armados y uniformados, durante el primer gobierno del Mariscal
Luís José de Orbegoso y Moncada, quienes efectuaban
labores de vigilancia durante el Virreinato. A poco, el
"Reglamento de Arequipa" crea los Inspectores y los Celadores, y
las Fuerzas del Orden y Seguridad Interna pasan a órdenes
del Intendente de Policía de Lima y de los Subprefectos de
provincias. En su segundo gobierno (1836 – 1837), el Mariscal
Andrés de Santa Cruz extendió la acción
policial por todo el territorio, implantó la
contribución del Serenazgo; previamente para el pago de
los empleados llamados Serenos que prestaban una vigilancia
permanente. El Mariscal Agustín Gamarra, promulga en 1839
en Huancayo, un nuevo Reglamento de Policía, que mantiene
al Intendente de Policía a la cabeza de un reorganizado
Cuerpo de Serenos y Vigilantes; se establecen las
categorías de Comandante, Tenientes y Cabos, Serenos y
Vigilantes; se divide Lima en diez distritos y se pormenoriza las
distintas funciones que serán de su competencia. En 1845,
el mariscal Ramón Castilla y Marquesado, en su primer
gobierno (1845 – 1851), dispone de una nueva organización
de la "Guardia Nacional", distribuyéndola en todos los
departamentos, dicta nuevas normas y una reglamentación
encaminada a delimitar funciones de las autoridades
Políticas y de la Inspección General de la
expresada Fuerza.

En 1851 asume la Presidencia de la República el
General don José Rufino Echenique Benavente quien por
Decreto Supremo del 14 de abril de 1852[2] reorganiza las Fuerzas
de Policía en un solo Cuerpo y crea la "Gendarmería
Nacional del Perú", como Fuerza Policial armada,
estableciéndose Piquetes de Gendarmes a cargo de Oficiales
del ejército, que pasaron a formar los cuadros de estas
unidades; se crearon también los llamados "Cuarteles
ambulantes". El mismo año de su creación (1852)
entraron en funciones 8 Compañías de Gendarmes de
Infantería y un Regimiento de Gendarmes de
Caballería compuesto de 4 Escuadrones. Las primeras
disposiciones sobre Gendarmería se promulgan en 1853, y en
1855, el Mariscal Ramón Castilla y Marquesado, inicia su
segundo gobierno (1855 – 1862), procediendo a reorganizar la
Gendarmería, el 7 de abril de 1856, fusionando en ella los
Cuerpos de Policía existentes, estableciendo estrictos
requisitos de ingreso e incrementando sus efectivos. Sin embargo,
las necesidades del servicio, hicieron que en 1856 el Encargado
del Gobierno Dr. Juan del Mar, creara una Compañía
de 120 "Celadores" para cuidar Lima.

El 7 de agosto de 1861, la antigua organización
es disuelta y se forman en su reemplazo dos batallones, que se
denominarían: Batallones de Gendarmes de Infantería
Números 1 y 2. El Batallón de Gendarmes de
Infantería Nº 1, tomaría como sede el Cuartel
"Sacramentos de Santa Ana", ubicado en la calle del mismo nombre
y aledaño a la Plaza Italia, en Barrios Altos, hoy
convertido en el Centro Educativo Estatal Nº 1168
"Héroes del Cenepa", y sería el batallón que
el 7 de agosto de 1919 se denominaría "Guardia
Republicana".

Don Manuel Pardo y Lavalle, asume la presidencia el 2 de
agosto de 1872, siendo una de sus primeras acciones reorganizar
las Fuerzas Policiales. Por el Decreto Supremo rubricado el 31 de
diciembre de 1873, con autorización legislativa del 3 de
abril de 1874, el Presidente Manuel Pardo, reorganizó los
Cuerpos Policiales existentes en la forma siguiente:
"Organización del Vecindario", integrado por los vecinos,
contra malhechores, a cargo de los Alcaldes; "Servicios
Especiales de Policía", integrado por la Policía de
Seguridad, en Mercados y lugares públicos; "Policía
de Establecimientos"; "Policía Rural"; "Guardias de
Cárceles"; "Policía de Puertos", reglamentada por
la Marina; "Organización de la Fuerza Pública
permanente", para la conservación del orden,
prevención de los delitos en las ciudades y otros. Se
refiere también a las "Comisarías Urbanas y
Rurales" y de la Fuerza Regular de Policía dividida en
Gendarmería y Guardia Civil.

Es así como nace la Guardia Civil del
Perú, al expedirse dos Decretos Supremos rubricados: el 31
de diciembre de 1873 (publicado en el Diario Oficial "El Peruano"
el 28 de enero de 1874) y el 23 de marzo de 1874 disponiendo su
creación. Don Manuel Pardo y Lavalle ratifica la
organización de la Gendarmería y su carácter
netamente militar, pero destinada a cumplir funciones del
mantenimiento del orden y la seguridad. El nuevo Cuerpo Policial
denominado "Guardia Civil", tendría la labor de prestar
seguridad y vigilancia a los ciudadanos, mientras que la
Gendarmería mantendría la seguridad y vigilancia de
los edificios públicos, de las cárceles y de los
miembros del gobierno. Durante la Guerra con Chile, la Guardia
Civil del Perú tendría un papel activo y notable
combatiendo junto al Ejército del Perú y es en la
Batalla de Tarapacá donde sobresale el Guardia Civil
Mariano Santos Mateos cuya acción fue decisiva para que el
Ejército del Perú obtenga la victoria en dicha
acción de armas. Mariano Santos Mateos, el Valiente de
Tarapacá, perteneció al Batallón de
Infantería "Guardias de Arequipa" Nº 25, Unidad
compuesta por 6 Compañías de Guardias Civiles, y en
esa batalla logró capturar, para las armas peruanas, la
coronela regimentaria (bandera) del Regimiento 2do. de
Infantería de Línea del ejército adversario
siendo felicitado por su acción y ascendido al grado
inmediato superior de Inspector de Guardias de la Guardia Civil
del Perú.

La conformación de la antigua policía
duró hasta 1919, año en que en el segundo gobierno
de don Augusto Bernardino Leguía Salcedo se decidió
reorganizarla mediante un Decreto Ley Nº 1163 expedido el 7
de agosto de 1919. Entre otros aspectos se disponía el
establecimiento de "una Escuela de Policía para los
aspirantes a Oficiales e individuos de la institución". El
Presidente de la República don Augusto Bernardino
Leguía Salcedo, a sugerencia del General del
Ejército del Perú Gerardo Álvarez, quien
estando en París pudo apreciar los importantes y
eficientes servicios que cumplía en la República
Francesa una institución denominada "Legión de la
Guardia Republicana", por Decreto Supremo del 7 de agosto de
1919[5] dispuso, emulando a la Guardia Republicana de Francia,
que el Batallón de Gendarmes de Infantería Nº
1 se denominara Batallón de Gendarmes de Infantería
"Guardia Republicana del Perú" N° 1, el cual
debería tener las mismas funciones que la Guardia
Republicana de París ya que fue creada a su imagen y
semejanza, dándole como misión la seguridad de los
establecimientos y servicios públicos, "la seguridad del
Palacio de Gobierno y el Congreso de la República". La
sede del Batallón de Gendarmes de Infantería
"Guardia Republicana del Perú" N° 1 de la
Gendarmería Nacional del Perú continuó
siendo el Cuartel "Sacramentos de Santa Ana" en los Barrios
Altos, su primer Jefe fue el Sargento Mayor Florentino
Bustamante, quién venía ejerciendo el comando del
Batallón de Gendarmes de Infantería Nº 1 desde
el 9 de julio de 1919 y continuó como jefe de dicho
Batallón hasta el 30 de septiembre de 1923. Así el
Batallón "Guardia Republicana del Perú" pasó
a ser la Guardia Presidencial de Infantería del Palacio de
Gobierno hasta varios años después del asesinato
del Presidente Luis Miguel Sánchez Cerro el 30 de abril de
1933. Como el propósito del Presidente Leguía era
tomar como modelo a la Policía de España, solicita
al gobierno de Su Majestad Católica el rey de
España don Alfonso XIII, el envío a la capital del
Perú de una Misión de Policía
española para organizar e instruir en el Perú a la
Policía de la república. Leguía mediante
Resolución Suprema del 4 de abril de 1921, dispone se
contrate una Misión de la Benemérita Guardia Civil
de España, con la finalidad de establecer las bases sobre
las que debería formarse la Guardia Civil del Perú,
lo que se concretó, y se puso en marcha, al suscribirse en
Madrid, el 1 de octubre de 1921, el acuerdo diplomático
por el que se contrataba los servicios de una Misión de la
Benemérita Guardia Civil Española, la misma que el
22 de noviembre de 1921 llegó a la capital del Perú
y estuvo presidida por el entonces Teniente Coronel GCE
Señor Pedro Pueyo España. Completaban la
misión el Capitán GCE Señor Bernardo
Sánchez Visaires, el Teniente GCE Señor Adolfo
Carretero Parreño, que por enfermedad tuvo que volver a
España, siendo reemplazado por el de igual clase Teniente
GCE Señor Fernando Gómez Ayau y el Sargento 1º
GCE Señor José Gómez Hernández
(primer instructor de Guardias). Esta misión policial
española, después de instalarse, se dedicó
al trabajo de planificación y formulación de los
proyectos para la reforma de la policía, entregando, al
mes de su llegada, la documentación respectiva, el 21 de
enero de 1922, habiendo presentado al Presidente Leguía y
al Ministro de Gobierno y Policía Germán
Leguía y Martínez, 14 proyectos de ley que
comprenden el plan completo de reorganización de los
cuerpos de Guardia Civil, Seguridad y Vigilancia de toda la
república. Dicho trabajo fue de la aprobación del
presidente Leguía, quien consideró el plan
proyectado en los 14 referidos proyectos, el único
hacedero para la reorganización, por sus excelentes formas
de adaptación y por la economía que a pesar del
mejoramiento de todos los servicios, suponía. Primera
Promoción de Clases y Guardias egresada de la Escuela de
la Guardia Civil y Policía en septiembre de 1923Como
consecuencia de la labor llevada a cabo por la Misión
Española, el gobierno dictó el 3 de julio de 1922
un Decreto Supremo disponiendo en su parte resolutiva la
creación de la "Escuela de la Guardia Civil y
Policía de la República". La finalidad fue
organizar un Cuerpo de la Guardia Civil similar a la
Benemérita española, sobre la base de las
Gendarmerías de la República. También la de
formar otro Cuerpo llamado de Seguridad o de Orden Público
sobre la base de la antigua Guardia Civil Urbana y Rural
así como de fundar otro Cuerpo mas, denominado de
Investigación y Vigilancia (que se encargaría de
realizar la investigación de los delitos), con los
elementos aprovechables de la Sección de Investigaciones
de la Intendencia de Policía y los sargentos primeros,
licenciados del Ejército, o de los mismos que prestaban
servicio como oficiales asimilados en las Gendarmerías
existentes. La Escuela de Policía se inauguró el 1
de noviembre de 1922 y constaba inicialmente de tres secciones:
La 1ra., Superior de Oficiales, para los tres Cuerpos; La 2da.,
de Tropa y Aspirantes a Clase de los tres Cuerpos; La 3ra.
Especial, de Aspirantes a la Sección de
Investigación y Vigilancia y su anexo de dactiloscopia. La
Escuela inicia sus actividades el 4 de noviembre de 1922,
egresando el 3 de septiembre de 1923 la primera promoción
de Guardias Civiles totalizando, hasta 1988, 58 promociones de
oficiales. Los efectivos egresados de la primera promoción
de la Escuela de Policía, ocuparon las Comisarías
de Lima, constituyendo el Cuerpo de Seguridad. La
caballería se formó con el nombre de
Escuadrón de Caballería de Seguridad Provincial, el
cual fue organizado sobre la base del Escuadrón de
Gendarmes de Caballería "Guardia Lima", con sede en la
"Quinta de Presa". Posteriormente se organizó el Primer
Regimiento de Infantería de Seguridad, constituido por
batallones que a su vez agruparon a las Comisarías de
Lima. Luego, estas unidades se extendieron en todo el territorio
del Perú, con los nombres de Batallones de Seguridad del
Norte, del Centro y del Sur, con sedes en Trujillo, La Oroya y
Arequipa respectivamente. De igual forma, el 18 de agosto de 1924
se crea la Primera Comandancia Mixta de la Guardia Civil, con un
Batallón de Infantería, compuesto por dos
Compañías, y un Escuadrón de
Caballería (formado sobre la base de la antigua
Gendarmería de a caballo). Sus elementos iniciaron su
instrucción el mismo mes, egresando en 1925, siendo
destacados los Guardias Civiles de las dos
Compañías de Infantería al Cuartel San
Lázaro, ubicado en la Calle Matamoros, en el Rímac,
y los del Escuadrón de Caballería al Cuartel del
jirón Conchucos, en los Barrios Altos, Lima, cuartel que
con el correr de los años pasaría a ser sede del
Escuadrón de Caballería de la Escuela de Guardias
de la Escuela de la Guardia Civil y Policía hasta fines de
1965 en que se traslada al Centro de Instrucción de la
Guardia Civil (hoy Escuela de Oficiales de la Policía
Nacional del Perú) "Mariano Santos" en la Campiña,
Chorrillos. Como ente de apoyo fue creado el Servicio de Sanidad
de Gobierno y Policía, mediante Resolución Suprema
del 4 de diciembre de 1924. Con fecha 14 de enero de 1929 fue
creado el Batallón de Tráfico, a mérito de
la Ley Nº 6468, para el control vehicular de la Capital del
Perú, nombrándose al Mayor GC Edilberto Salazar
Castillo como su primer jefe. El servicio lo inició en
noviembre de dicho año. El Presidente Augusto B.
Leguía reorganiza las Fuerzas del Cuerpo de Seguridad de
la República, mediante Decreto Supremo del 17 de marzo de
1930, disponiendo la autonomía de la función de
caballería en la Policía y el Escuadrón de
Caballería de Seguridad Provincial se transforma en el
Primer Regimiento de Caballería de Seguridad,
trasladándose completamente la Unidad de Caballería
Policial, jinetes y caballos, de la "Quinta de Presa" al Cuartel
"El Potao", ratificándose al Coronel GC Manuel Rufino
Martínez Martínez como Primer Jefe del Primer
Regimiento de Infantería de Seguridad y nombrándose
al Teniente Coronel GC Manuel Pella Cáceda como Primer
Jefe del Primer Regimiento de Caballería de Seguridad con
sede en el Cuartel "El Potao".

Con la reforma del 5 de enero de 1944 los Cuerpos de la
Guardia Civil y de Seguridad quedaron fusionados en un Cuerpo
denominado Guardia Civil. A tenor de ese mandato gubernamental a
los efectivos encargados de prestar los servicios en las
poblaciones se les llamó Guardia Civil Urbana y, a los que
lo hacían en los campos, Guardia Civil Rural. Siendo
Presidente de la República el Doctor Don José
Luís Bustamante y Rivero el 15 de septiembre de 1948, el
Ministro de Gobierno y Policía Doctor Julio César
Villegas Cerro expide una Resolución, otorgando
autonomía e independencia funcional al Cuerpo de
Investigación y Vigilancia (C.I.V.) y se crea la
Dirección de Investigación y Vigilancia como
órgano superior de comando. En 1949, siendo Presidente de
la República el General de División EP Don Manuel
Apolinario Odría Amoretti, se eleva a la Dirección
de Investigación y Vigilancia a la categoría de
Dirección General. Por Resolución Ministerial del 9
de noviembre de 1955, se crea la Sección Preparatoria de
la Policía Femenina del C.I.V. y el 2 de mayo de 1956,
cuarenta damas ingresan a la Sección Femenina de la
Escuela de Auxiliares de Investigaciones de la Escuela de
Detectives de la Escuela Nacional de Policía. En junio de
1960 el C.I.V. cambia su nombre por el de "Policía de
Investigaciones del Perú" (P.I.P.). A partir de entonces
en el Perú se configuran tres Fuerzas del Ministerio de
Gobierno y Policía con misión y funciones
específicas: El Cuerpo de Policía "Guardia Civil
del Perú", el Cuerpo de Detectives "Policía de
Investigaciones del Perú" y el Cuerpo de
Gendarmería "Guardia Republicana del
Perú".

El presidente Alan García Pérez, en su
primer gobierno, (1985 – 1990), inició el 14 de septiembre
de 1985, al amparo de la ley 24294 aprobada por el Congreso de la
República, un proceso de reorganización de las
Fuerzas Policiales. El 4 de febrero de 1986, continuando con el
proyecto emprendido, se expidieron los Decretos Legislativos No.
370, 371, 372 y 373 referentes a la Ley Orgánica del
Ministerio del Interior, la Ley de Bases de las Fuerzas
Policiales, Leyes Orgánicas de la Guardia Civil,
Policía de Investigaciones y de la Guardia Republicana. El
Decreto Legislativo Nº 371 "Ley de Bases de las Fuerzas
Policiales" sentó los pilares para la creación
definitiva de la Policía Nacional del Perú. La
citada ley establece un comando único (esto es la
Dirección General de las Fuerzas Policiales) y la
formación también de un solo centro de estudios
para la preparación de los oficiales policías
(denominado Escuela de Oficiales de las Fuerzas Policiales con
sede en el antiguo Centro de Instrucción de la Guardia
Civil "Mariano Santos" en La Campiña – Chorrillos) y de
una escuela nacional para los guardias y agentes (denominada
Escuela Nacional de Policía con sede en el antiguo Centro
de Instrucción de la Guardia Republicana en Puente
Piedra). El 7 de noviembre de 1988 fue promulgada la Ley 24949
del 6 de diciembre de 1988 que modificando los artículos
pertinentes de la Constitución Política del
Perú de 1979 crea definitivamente la Policía
Nacional del Perú. Los objetivos que se buscaron fueron,
entre otros, integrar las tres Fuerzas Policiales, hacer un mejor
uso de los recursos económicos, desaparecer los conflictos
que existían entre ellas originados por "dualidad de
funciones" y, sobre todo, ofrecer un mejor servicio a la
sociedad. Con motivo de la unificación de las Fuerzas
Policiales la Guardia Civil, la Policía de
Investigaciones, y la Guardia Republicana pasaron a denominarse
"Policía General", "Policía Técnica" y
"Policía de Seguridad" hasta 1991. Hoy la Policía
Nacional del Perú es una fuerza moderna y eficiente,
experimentada en 25 años de guerra contra el terrorismo y
el narcotráfico, con más de 140 mil efectivos, es
una de las mayores de Latinoamérica, cuenta con
importantes unidades terrestres, aéreas y
acuáticas, así como fuerzas especiales y comandos,
presentes en todo el territorio nacional.

La base legal de la institución está
constituida por la Constitución Política del
Estado- año 1979; Constitución Política del
Estado- Año 1973- vigente; Ley Orgánica de la
Policía Nacional del Perú. Ley No. 27238.
Pub.21.1.1999; Decreto Supremo No. 008-2000-In – Reglamento De La
Ley Orgánica de la Policía Nacional. Pub.
04.10.2000. La misión institucional es: La
Policía Nacional es una institución única,
disciplinada, dependiente del Poder Ejecutivo que tiene por
misión garantizar la seguridad y tranquilidad
pública en todo el territorio peruano permitiendo a las
personas alcanzar su pleno desarrollo. La visión
institucional
es: La PNP tiene como visión ser
reconocida como una institución moderna, disciplinada y
eficiente al servicio de la sociedad, con prestigio nacional e
internacional: Por su respeto y defensa a los derechos humanos,
la Constitución y las leyes, vocación
democrática y compromiso por fomentar una cultura de paz;
Por la vocación de servicio, honestidad, capacidad,
profesionalismo y liderazgo de sus integrantes; Por su
acercamiento e integración con la comunidad a la que sirve
y su relación y colaboración con otras
instituciones del Perú y el mundo; Por su estructura
flexible y versátil, así como la
incorporación y aplicación de tecnología de
punta en su accionar.

De acuerdo con la Ley Orgánica de la
Policía Nacional del Perú, el Estado es la
organización fundamental para la vida social estructurada,
que materializa en lo cotidiano tanto al orden como a la
justicia, a través de un marco legal por el que se regula
la convivencia entre los miembros de una sociedad. El Estado crea
a la Policía como Institución ejecutora de la
facultad de coerción estatal, de acuerdo a las leyes
dictadas en función del interés social; por lo que
su actividad, función y finalidad deben ejecutarse dentro
del marco de la ley, la doctrina y los principios generales del
Derecho y de la Constitución, la cual se orienta hacia la
persona humana como fin supremo del Estado. Según el
Artículo 166° de la Constitución
Política del Perú, la Policía Nacional tiene
por finalidad fundamental: i) garantizar, mantener y restablecer
el orden interno. Presta protección y ayuda a las personas
y a la Sociedad. Garantiza el cumplimiento de las leyes y la
seguridad de los patrimonios públicos y privados.
Previene, investiga y combate la delincuencia. Vigila y controla
las fronteras nacionales. Cuando se indica "Finalidad
Fundamental", se está determinando que es el móvil,
el motivo y el propósito de un fin; que es fundamental,
elemental, esencial, principal y vital de la Policía
Nacional para garantizar, mantener y restablecer el orden
interno. La finalidad es la previsión a futuro
(teleológica) de un propósito ideal que se aspira
alcanzar, la que por su gradualidad establece una
definición entre finalidad, fines, metas y objetivos:
Garantizar, Mantener y Restablecer consiste en: Garantizar
Conjunto de posiciones y disposiciones legales jurídicas,
jurisdiccionales y administrativas que dicta y adopta el Estado a
través de sus Poderes Legislativo, Judicial y Ejecutivo
para proteger, defender y hacer que se cumpla el conjunto de
disposiciones legales, jurisdiccionales y administrativas
dictadas por el Estado para impedir que el orden interno sea
resquebrajado; Mantener Conjunto permanente de previsiones y
medidas que establece y ejecuta la administración de un
gobierno para afirmar, proteger, defender y hacer que se cumpla
el conjunto de disposiciones legales, jurisdiccionales y
administrativas dictadas y adoptadas por el Estado; Restablecer
Conjunto de decisiones y acciones de carácter coactivo y
coercitivo que adopta y emplea el Estado a través de la
Policía Nacional y/o las Fuerzas Armadas para neutralizar,
replicar, combatir y erradicar las acciones delictivas y/o
subversivas que están resquebrajando el orden interno; El
orden interno es la posición y disposición de
calma, sosiego y paz en el territorio nacional, y es el conjunto
de organizaciones y estructuras del Estado, regulado por el
Derecho Público y en ciertas circunstancias por el Poder
Político, orientado a la coexistencia pacífica en
general, con el fin de mantener incólume la estructura del
Estado, la división de Poderes y el Estado de Derecho; El
orden público, es una situación de equilibrio
social, condicionada por el respeto al orden jurídico y
acompañada de una voluntad formal, en función a las
costumbres, convicciones, tradiciones y sentimientos de una
comunidad.

La Policía Nacional del Perú es una
institución del Estado creada para garantizar el orden
interno, el libre ejercicio de los derechos fundamentales de las
personas y el normal desarrollo de las actividades ciudadanas. Es
profesional y jerarquizada. Sus integrantes representan la ley,
el orden y la seguridad en toda la República y tienen
competencia para intervenir en todos los asuntos que se
relacionan con el cumplimiento de su finalidad fundamental. La
finalidad fundamental de la Policía Nacional del
Perú es garantizar, mantener y restablecer el orden
interno. Presta protección y ayuda a las personas y a la
comunidad. Garantiza el cumplimiento de las leyes y la seguridad
del patrimonio público y privado. Previene, investiga y
combate la delincuencia. Vigila y controla las fronteras. La
Policía Nacional del Perú forma parte de la
estructura orgánica del Ministerio del Interior. Son
símbolos de la Policía Nacional del Perú su
Estandarte, Emblema e Himno Institucional. El uniforme
reglamentario y el carnet de identidad de la Policía
Nacional del Perú son distintivos de autoridad y mando de
uso exclusivo del personal policial. La Policía Nacional
del Perú puede acreditar su representación ante
organismos internacionales y suscribir convenios de intercambio
académico, científico y tecnológico de
aplicación policial, así como para la
prestación de servicios a personas jurídicas,
públicas y privadas, previa autorización del
Titular del Sector.

Son funciones de la Policía Nacional del
Perú las siguientes: Mantener la seguridad y tranquilidad
públicas para permitir el libre ejercicio de los derechos
fundamentales de la persona consagrados en la Constitución
Política del Perú; Prevenir, combatir, investigar y
denunciar los delitos y faltas previstos en el Código
Penal y leyes especiales, perseguibles de oficio; así como
aplicar las sanciones que señale el Código
Administrativo de Contravenciones de Policía; Garantizar
la seguridad ciudadana. Capacita en esta materia a las entidades
vecinales organizadas; Brindar protección al niño,
al adolescente, al anciano y a la mujer que se encuentran en
situación de riesgo de su libertad e integridad personal,
previniendo las infracciones penales y colaborando en la
ejecución de las medidas socio-educativas
correspondientes; Investigar la desaparición de personas
naturales; Garantizar y controlar la libre circulación
vehicular y peatonal en la vía pública y en las
carreteras, asegurar el transporte automotor y ferroviario,
investigar y denunciar los accidentes de tránsito,
así como llevar los registros del parque automotor con
fines policiales, en coordinación con la autoridad
competente; Intervenir en el transporte aéreo,
marítimo, fluvial y lacustre en acciones de su
competencia; Vigilar y controlar las fronteras, así como
velar por el cumplimiento de las disposiciones legales sobre
control migratorio de nacionales y extranjeros; Brindar seguridad
al Presidente de la República en ejercicio o electo, a los
Jefes de Estado en visita oficial a los Presidentes de los
Poderes Públicos y de los organismos constitucionalmente
autónomos, a los Congresistas de la República,
Ministros de Estado, así como a diplomáticos,
dignatarios y otras personalidades que determine el reglamento de
la presente Ley; Cumplir con los mandatos escritos del Poder
Judicial, Tribunal Constitucional, Jurado Nacional de Elecciones,
Ministerio Público y de la Oficina Nacional de Procesos
Electorales, en el ejercicio de sus funciones; Participar en la
seguridad de los establecimientos penitenciarios, así como
en el traslado de los procesados y sentenciados de conformidad
con la ley; Participar en el cumplimiento de las disposiciones
relativas a la protección y conservación de los
recursos naturales y del medio ambiente, la seguridad del
patrimonio arqueológico y cultural de la Nación;
Velar por la seguridad de los bienes y servicios públicos,
en coordinación con las entidades estatales
correspondientes; Participar en la Defensa Nacional, Defensa
Civil y en el desarrollo económico y social del
país; Ejercer la identificación de las personas con
fines policiales; Ejercer las demás funciones que le
señalen la Constitución y las leyes.

Son atribuciones de la Policía Nacional del
Perú las siguientes: Intervenir en toda circunstancia,
cuando el ejercicio de la función policial así lo
requiera, por considerarse permanentemente en servicio; Requerir
la presentación de documentos de identidad personal cuando
el caso lo amerite; Registrar y centralizar los antecedentes
policiales de las personas, así como las requisitorias
judiciales; Expedir certificados de antecedentes policiales,
domiciliarios, de supervivencia y otros derivados del
cumplimiento de sus funciones; Realizar peritajes
criminalisticos, técnico-vehiculares y otros relacionados
con sus funciones; Obtener, custodiar, asegurar y procesar
indicios, evidencias y elementos probatorios relacionados con la
investigación policial, poniéndolos oportunamente a
disposición de la autoridad competente; Coordinar y
cooperar con los organismos internacionales e instituciones de
policía en la prevención y represión de la
delincuencia, de conformidad con los convenios suscritos; Ejercer
las demás atribuciones que le señalen la
Constitución y las leyes.

Son facultades de la Policía Nacional del
Perú las siguientes: Realizar registros de personas e
inspecciones de domicilios, instalaciones y vehículos,
naves, aeronaves y objetos, de acuerdo a la Constitución y
la ley; Ingresar gratuitamente a los espectáculos
públicos y tener pase libre en vehículos de
transporte público masivo, cuando sea necesario para el
cumplimiento de sus funciones; Poseer, portar y usar armas de
fuego de conformidad con la Constitución y la ley;
Intervenir, citar y detener a las personas de conformidad con la
Constitución y la ley; Intervenir como conciliador en los
casos de conflicto que no constituyan delitos o faltas que
alteren el orden y la tranquilidad pública; Ejercer las
demás facultades que le señalen la
Constitución y las leyes. El personal de la Policía
Nacional del Perú en el ejercicio de sus funciones
observará y se sujetará a los principios del
Código de Conducta para Funcionarios encargados de hacer
cumplir la Ley.

La Policía Nacional del Perú tiene la
siguiente estructura orgánica: 1. Órgano de
Dirección: Dirección General. 2. Órgano de
Asesoramiento: Estado Mayor General; 3. Órgano de Control:
Inspectoría General; 4. Órganos Consultivos:
Comisión Consultiva, Consejo Superior, Consejo
Económico, Consejo de Calificación, Consejos de
Investigación. 5. Órgano de Instrucción y
Doctrina: Dirección de Instrucción y Doctrina
Policial. 6. Órganos de Ejecución: Direcciones
Especializadas: Regiones Policiales. La organización
interna de los diferentes órganos que integran la
estructura de la Policía Nacional del Perú
será establecida en el correspondiente Reglamento de
Organización y Funciones que será aprobado por
Resolución Ministerial.

Los Objetivos de las direcciones de la Policía
Nacional del Perú son los siguientes: La Dirección
Antidrogas de la Policía Nacional del Perú viene
desarrollando una incesante lucha contra el Tráfico
Ilícito de Drogas. La Dirección de
Criminalística es el órgano rector del Sistema
Científico de la PNP. La Dirección de Seguridad del
Estado, brindar protección personal a Funcionarios de
Estado, Dignatarios, y Personalidades. La Dirección de
Telemática es el órgano técnico de apoyo a
la PNP. Dirección de Aviación Policial encargado
del planeamiento, organización, dirección,
coordinación y control de las operaciones aeropoliciales.
La Dirección de Bienestar, garantiza las condiciones
necesarias de bienestar y de seguridad social dentro de la
policía. La Dirección de Salud es el órgano
rector del Sistema de Salud Policial, esta encargada de promover
estilos de vida saludable. Dirección Contra La
Corrupción, investiga los delitos contra la
administración pública, así como los delitos
conexos. La Dirección de Investigación Criminal y
Apoyo a la Justicia, investiga, identifica, ubica, captura y
denuncia a las personas involucradas en la comisión de
delitos contra: la vida, el cuerpo y la salud. La
Dirección Contra el Terrorismo es el mejor indicativo de
la óptima labor desplegada por la Policía Nacional
del Perú en la lucha contra el Terrorismo. La
Dirección de Turismo y Ecología, garantiza y
velará por la Seguridad Personal y el patrimonio de los
turistas así como, de la Planta Turística
existente. La Dirección de la Familia es el órgano
encargado de organizar y capacitar a la comunidad para la
seguridad ciudadana, mediante la conformación de Juntas
Vecinales. La Dirección de Policía Fiscal, es un
órgano de línea de la Policía Nacional del
Perú, tiene competencia para prevenir, investigar,
denunciar y combatir a nivel nacional, los Delitos Aduaneros. La
Dirección de Educación y Doctrina, desarrolla un
modelo de educación de calidad, sustentado en valores. La
Dirección de Seguridad Pública; cuenta en su
organización con el importante aporte de la
División Nacional de Operaciones Especiales.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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